Violencia


Actualmente la violencia esta apareciendo amenazante en demasía.

La violencia, no siempre explicita, carga contra toda subjetividad de las personas y supone no solo un agente (el violento) sino también a un objeto (la víctima).

Conocemos, pero no siempre somos concientes, la violencia de género, que no solo limita y abusa de la mujer en todas sus potencialidades, sino que también hiere al hombre en su lado mas sensible, no dejándolo desarrollar su capacidad para la empatía y la ternura.

Hoy en día podemos diferenciar conceptualmente entre violencia (conducta aprendida que busca terminar con la existencia del otro) de agresión (energía, impulso innato del ser humano).

Pero lo que sucede en estos tiempos de tempestad nos tiene perplejos, ya que la violencia se gesta en lo social mismo debido a la falta de palabras construidas socialmente, ya que la violencia viene a decir lo que no se quiere escuchar: el “mal – estar en la cultura”, texto del Dr. Freud.

Nuestra cultura ofrece (vende) un vértigo de posibilidades de sustituir TODO, de “consumir” todo, ya que pensamos en términos de mercado y mercancías (cosas). Lo cual nos deja ausentes de significaciones que intercedan entre nosotros.

La acción inmediata y concreta está sobre la reflexión y la escucha; siendo que hoy mas que nunca se postula la libertad de expresión. (Dime de qué alardeas y te diré de qué careces).

Pero ¿hay algo qué decir?. O mas importante aún, ¿hay alguien que escuche?, ¿que tenga tiempo y ganas de escuchar?.

Esto es lo que genera malestar, no hay tiempo, no hay quien escuche, el tener (cosas) sustituye al ser.

Nuestra cultura invita a la violencia basando el ser en apropiarse de lo ajeno, porque es mas valioso tener. Apropiarse de las ideas ajenas, del pensamiento ajeno, de cuerpos ajenos, objetos, estereotipos y hasta tomar vidas ajenas.

Según Freud, la rivalidad es natural, pero el abuso de la rivalidad es solo para justificar la hostilidad.

Solo el esfuerzo de todos podrá producir convivencias dignas y enriquecedoras como han sido en el pasado.

Solo la educación (entendida como pensamiento reflexivo y no como aprendizaje repetitivo) puede volver a conectar a nuestro pueblo que sufre de una mala y/o insuficiente comunicación.

Aprender a pensar (reflexionar críticamente) es mas complejo que simplemente aprender. Es problematizar los conceptos de hombre, de sociedad, construir una realidad e interpretarla.

Aprender nuevas maneras de comunicarnos tal vez nos encuentren de nuevo con el diálogo… pero para eso hace falta primero escuchar.