Para tener sentido del humor no es necesario ser chistoso sino positivo. El buen humor es terapéutico porque en el fondo es un método de relajación que nos tranquiliza y nos proporciona paz. Con el ritmo acelerado de vida que llevamos hoy en día es necesario encontrar una manera de lidiar con nuestro estrés para sentirnos mejor, se dice que los niños se ríen cientos de veces al día; en cambio los adultos se ríen menos de 15 veces.
Esto indica que con el paso de los años olvidamos cómo divertirnos. Ante esto, el humor nos da nuevas perspectivas, pues nos aleja momentáneamente de las situaciones difíciles e incómodas y eso nos permite regresar al mundo con una visión un poco diferente. En su origen latín, humor significa húmedo o fluido como el agua. Así que tener sentido del humor podría definirse como ser capaz de ir con la corrien-te, dejarse ir, de tomar las cosas como vienen. El sentido del humor no consiste en contar chistes o ser muy chistoso, sino mas bien en ser positivo y saber divertirse.
La risa funciona como un lenguaje que muestra a los demás cómo somos y cómo nos sentimos. Freud creía que el regocijo era un medio muy útil para contrarrestar la tensión nerviosa y que el humor podía utilizarse como una eficaz terapia.
En su Crítica de la razón pura Kant escribió que la risa produce una sensación de salud por medio de los procesos físicos vitales, la acción sobre los intestinos y el diafragma; en una palabra, la sensación de salud que completa la gratificación que sentimos; de este modo podemos llegar al cuerpo a través del alma y usar a ésta como médico de aquél. Es una buena manera de estimularse internamente sin recurrir a medios externos.
Algunas personas dicen que les duelen las costillas cuando ríen desenfrenadamente. Es un dolor delicioso que deja al individuo casi completamente relajado. Uno de los mas grandes beneficios de la risa es que produce hormonas, llamadas endorfinas, que ayudan a la creatividad, el amor, y en general influyen positivamente en nosotros. Las endorfinas han demostrado su capacidad para aliviar el dolor, agilizar el sistema inmunológico, darnos salud y alivianarnos rápidamente en caso de que estemos enfermos. Es un hecho que el estrés puede hacernos daño, tanto física como mentalmente. Hay enfermedades relacionadas con el estrés, como las úlceras, migraña, hipertensión, depresión y varias otras, que la risa puede combatir, al ayudarnos a relajar los músculos, bajar nuestra presión y reducir los niveles de hormonas que crean estrés y bloquean el sistema inmunológico.
La creatividad, la voluntad de vivir, la esperanza, la fe y el amor tienen una importancia bioquímica y contribuyen enormemente a la curación y el bienestar. Una enfermedad como el cáncer es particularmente relacionado con intensos estados de aflicción, ira o miedo. Las emociones positivas son experiencias vivificantes. Para Sir William Osler, la risa era la “música de la vida”.
La risa es de hecho un ejercicio corporal que eleva el ritmo cardíaco. Cuando una persona ríe, oxigena el cerebro, sus músculos abdominales y torásicos se contraen y la temperatura de su cuerpo se eleva medio grado, todo lo cual ayuda a acrecentar sus niveles de energía. Expresión de nuestra personalidad.
La risa es una característica fundamental y aparentemente exclusiva de las personas, una necesidad humana básica. A través de la risa nos comunicamos, pues funciona como un lenguaje que revela a los demás un pedacito de lo que realmente somos, de lo que pensamos y de cómo nos sentimos. Al reír, lo que antes era privado se convierte en público. Las distintas maneras de reír expresan diferentes situaciones. Reír de la vida suele mostrar una actitud defensiva y sarcástica; en cambio reír con la vida muestra nuestra capacidad de admirarnos de sus maravillas, conectándonos y uniéndonos a ella, de manera más espontánea.
La ausencia de risa puede influir negativamente en el desarrollo psicológico de los individuos. Sin risa, la vida se convierte en un largo y aburrido recorrer. Desde el punto de vista de la formación del carácter, es importante desarrollar la capacidad de reírnos de nosotros mismos. Las personas que suelen bromear sobre sus triunfos y fracasos suelen ganarse el respeto de los demás. Ser capaz de reírse de uno mismo demuestra un ego sano, un alto grado de confianza e imaginación y mucho bienestar interior. Para quienes se sienten felices consigo mismos es fácil estar a gusto con los demás. Con el paso de los años olvidamos cómo divertirnos. “Cuando reímos se eleva nuestro nivel de vida y salud”.
La risa es una expresión de felicidad. Las razones por las que nos reímos provienen de la cabeza, pero sobre todo del corazón. A través de la risa, la diversión y el juego, satisfacemos algunas de nuestras necesidades naturales mas profundas, que no son otras que estar en paz y armonía con lo que nos rodea. Por todo esto podemos decir que reír es una forma de elevar sustancialmente nuestro nivel de vida, pues nuestra salud y nuestras relaciones mejoran con ese formidable instrumento que hace de nosotros seres verdaderamente felices y llenos de amor. La alegría está o no está, aunque no se vea ni se toque. Hay personas que sufren pesadas cargas y no obstante sonríen, manifestando en sus rostros su alegría como estado permanente. Esto, no todos lo consiguen. De lo que nadie duda es de que se trata de un gran bien y que es mejor estar alegre que estar triste.
Recuerde momentos graciosos o cosas que hayan provocado su risa en el pasado. Verá que vuelve a reír como si sucedieran por primera vez. Empiece el contacto con terceros usando una sonrisa franca y abierta.
No inhiba ni la risa ni la sonrisa. Déjese llevar por esa sensación tan agradable y contagiosa. A veces ponemos una máscara de seriedad que solo esconde inseguridad.
¡Deshagámonos de ella!.