Según Salvador Minuchin “la familia es un sistema sociocultural que mantiene un equilibrio inestable que le permite adaptarse y evolucionar ante las presiones tanto internas como externas”.
Como sistema sociocultural tiene dos objetivos básicos: uno interno y otro externo. El interno es proveer protección psicosocial a sus miembros, en tnato el externo es el de lograr acomodación y transmisión de la cultura en la cual se haya inmersa.
Las crisis familiares se suelen presentar por la adhesión de sus miembros a valores anteriores (pertenecientes a generaciones anteriores de la misma familia) que entran en colisión con las pautas de convivencia modificadas por los diversos cambios sociales del presente. Por ejemplo puede haber expectativas de obediencia incuestionada a los mayores, cuando al mismo tiempo los jóvenes son alentados a cuestionar e indagar por sí mismos.
Lo mismo sucede cuando actualmente se fomenta la educación y la inclusión de la mujer en el ámbito laboral pero se sostiene como valor abstracto el rol de la mujer como madre y ama de casa.
Estas discrepancias entre valores y pautas de interacción actuales generan muchas veces culpa y frustración, base de los conflictos familiares.
El objetivo interno de proveer apoyo psicosocial se manifiesta a través de la primordial función de la familia que es la de proveer la matriz de la identidad de sus miembros.
Esto se concreta a través de un proceso de doble dirección, entre el sentimiento de identidad (“yo soy porque pertenezco”) y la necesidad de individuación (“yo soy porque no soy...”). La regulación de la tensión entre ambos aspectos del proceso, mantener la identidad familiar y ser individuo autónomo es también una fuente de crisis y conflictos familiares.
Respecto del objetivo externo, social, baste decir que los cambios sociales logran cambiar hasta las leyes que influyen en el devenir familiar (divorcio, patria potestad, aborto, planificación familiar, educación sexual, etc.)
Para estudiar la familia es necesario estudiar la sociedad en la que se desarrolla. Incluso el observador tiene que estar conciente de su particular mirada de observador, esto son sus prejuicios e ideologías.
Descuidar el estudio de la sociedad puede llevar a errores en la evaluación, asignando caracteres patológicos a simples hechos habituales en dicha sociedad u omitir otros hechos por desconocimiento histórico y social.
La familia normal no es una familia sin problemas, sino la que mantiene el equilibrio inestable, se adapta y evoluciona.
Los problemas se presentan cuando la familia se “atasca” en alguna etapa, o si no puede adaptarse a los cambios internos y externos.
